10/21/2007
8/31/2007
Anticonceptivos orales y otros factores reducen la masa ósea. 28 de agosto de 2007
Los anticonceptivos orales y la pérdida de la función menstrual normal afectarían la salud ósea, indicó un estudio sobre cadetes militares femeninas.
En cambio, "mucho ejercicio y un alto consumo de leche demostraron su importancia para la salud del esqueleto", dijo a Reuters Health la coautora del estudio, la doctora Jeri Nieves.
El equipo dirigido por Nieves, de la Columbia University y el Hospital Helen Hayes en West Haverstraw, Nueva York, analizó las relaciones entre el estilo de vida, la alimentación y el ejercicio y la salud ósea en 107 cadetes caucásicas de unos 18,4 años, que recién ingresaban a la Academia Militar de West Point, en Nueva York.
Los investigadores compararon el nivel de ejercicio de las cadetes el año previo, su consumo de leche, yogur, queso y vegetales con calcio, como así también de cafeína, alcohol y tabaco, los antecedentes de fracturas, la edad de la menarca, la frecuencia menstrual y el uso de anticonceptivos.
El equipo comparó toda esa información con la altura, el peso y la aptitud física de las participantes para determinar si alguno de esos factores estaba relacionado con la resistencia y el tamaño de la estructura ósea, según la medición de ciertos huesos en la pierna (tibia), la columna, la cadera y el talón.
Las cadetes tenían en general estilos de vida saludables, según explicaron los autores en la revista Nutrition and Metabolism.
El consumo diario de calcio era de 1000 miligramos, casi el nivel recomendado para esa edad; el 97 por ciento no fumaba y el 77 por ciento hacía más de siete horas semanales de ejercicio. El 11 por ciento usaba anticonceptivos orales.
La medición de la densidad mineral y de la resistencia ósea indicó una mejor calidad de salud de los huesos en aquellas mujeres con óptima aptitud física y mayor consumo de leche.
"La pérdida de la menstruación regular tuvo un efecto negativo sobre el esqueleto y, en estas jóvenes, los anticonceptivos orales también tuvieron ese efecto", dijo Nieves.
"La masa ósea pico, que es la densidad ósea máxima que puede alcanzar una persona, se logra a los 25 años", agregó la coautora.
"Es importante maximizar la masa ósea pico para prevenir las fracturas por estrés en las jóvenes, como así también la osteoporosis en la edad adulta", concluyó la experta.
En cambio, "mucho ejercicio y un alto consumo de leche demostraron su importancia para la salud del esqueleto", dijo a Reuters Health la coautora del estudio, la doctora Jeri Nieves.
El equipo dirigido por Nieves, de la Columbia University y el Hospital Helen Hayes en West Haverstraw, Nueva York, analizó las relaciones entre el estilo de vida, la alimentación y el ejercicio y la salud ósea en 107 cadetes caucásicas de unos 18,4 años, que recién ingresaban a la Academia Militar de West Point, en Nueva York.
Los investigadores compararon el nivel de ejercicio de las cadetes el año previo, su consumo de leche, yogur, queso y vegetales con calcio, como así también de cafeína, alcohol y tabaco, los antecedentes de fracturas, la edad de la menarca, la frecuencia menstrual y el uso de anticonceptivos.
El equipo comparó toda esa información con la altura, el peso y la aptitud física de las participantes para determinar si alguno de esos factores estaba relacionado con la resistencia y el tamaño de la estructura ósea, según la medición de ciertos huesos en la pierna (tibia), la columna, la cadera y el talón.
Las cadetes tenían en general estilos de vida saludables, según explicaron los autores en la revista Nutrition and Metabolism.
El consumo diario de calcio era de 1000 miligramos, casi el nivel recomendado para esa edad; el 97 por ciento no fumaba y el 77 por ciento hacía más de siete horas semanales de ejercicio. El 11 por ciento usaba anticonceptivos orales.
La medición de la densidad mineral y de la resistencia ósea indicó una mejor calidad de salud de los huesos en aquellas mujeres con óptima aptitud física y mayor consumo de leche.
"La pérdida de la menstruación regular tuvo un efecto negativo sobre el esqueleto y, en estas jóvenes, los anticonceptivos orales también tuvieron ese efecto", dijo Nieves.
"La masa ósea pico, que es la densidad ósea máxima que puede alcanzar una persona, se logra a los 25 años", agregó la coautora.
"Es importante maximizar la masa ósea pico para prevenir las fracturas por estrés en las jóvenes, como así también la osteoporosis en la edad adulta", concluyó la experta.
8/24/2007
El 40% de las mujeres mayores de 50 años sufre algún tipo de fractura.
En la Argentina padecen debilidad ósea más de un millón de mujeres.
Cada 22 minutos, una persona de más de 50 años se fractura la cadera. Y un 35 por ciento de ellas, muere por distintas complicaciones. En las mujeres de esa edad hay otros riesgos: 4 de cada 10 sufren fracturas en general. Las cifras, divulgadas ayer por la Sociedad Argentina de Osteoporosis, surgen de una estadística nacional: aquí se registran 24.200 de fracturas de cadera por año.El anuncio fue realizado durante el encuentro "Osteoporosis en Argentina: epidemiología, prevención y nuevos avances terapéuticos", en donde también se oficializó que según un estudio del Hospital Argerich, hay 1.200.000 mujeres afectadas por osteoporosis."No me sorprenden las cifras. Me parece que cada vez se detectan más casos porque, afortunadamente, las mujeres tienen más en cuenta el controlar el estado de sus huesos. Entonces consultan y eso queda registrado. No es que ahora haya más osteoporosis que antes", comenta Marta Cortelezzi, bioquímica del comité científico de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva (SAEGRE)."Lo llamativo son los datos sobre fracturas de cadera y su incidencia en adultos mayores. En eso debería focalizar el sector de salud. América latina, en general, debe concientizarse del envejecimiento de su población y del aumento del riesgo de padecer osteoporosis y fracturas asociadas y de la carga económica que eso representará para los escasos productos existentes", le comentó a Clarín, Luis Fernando Somma, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Osteoporosis (SAO), especialista en reumatología y osteología.Esa "enfermedad en los huesos" es una dolencia que afecta a la estructura ósea y tiene como particularidad el deterioro de la masa y tejido óseo, situaciones que a su vez provocan fragilidad y aumentan el riesgo de padecer fracturas, en especial en las zonas de vértebras.Cuando se habla de ella se la suele asociar a las mujeres menopáusicas, porque en ellas el riesgo es mayor debido a la edad y sus cambios hormonales. Pero no son las únicas que pueden desarrollarla. "El padecer osteoporosis tiene relación, en parte, con la falta de vitamina D y la escasa exposición al Sol, que favorece su absorción. Por eso se consideran grupo de alto riesgo a quienes viven en países nórdicos (por su prolongado clima invernal) y también a las talibanes, que acostumbran a cubrir gran parte de su cuerpo. Pero también corren peligro las anoréxicas y bulímicas, por sus desórdenes alimentarios. En nuestro país, son más favorecidas las personas del Norte, que las de Ushuaia, por ejemplo", comenta la bioquímica Cortelezzi.En cuanto a tratamientos, la novedad, también divulgada durante el encuentro, es la utilización de una droga, el ibandronato, que se usa para el tratamiento y prevención de la osteoporosis postmenopáusica.
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